Tratamiento de Podredumbres. Técnica de Desbridados Sucesivos.

Podredumbre focal no sistémica
Podredumbre focal no sistémica.

Las podredumbres son una de las causas de muertes en nuestros cactus. Existen diversas alternativas para tratarlas, Cortar por lo sano suele ser la mejor opción, pero ¿Qué hacer cuando estamos intentando salvar un cactus globular o el corte es imposible?

Esta técnica, basada en la forma en que se suelen tratar las grandes quemaduras en personas, está especialmente indicada para el tratamiento de podredumbres focalizadas  con formas irregulares y en general en las zonas centrales de los cactus que resultan imposibles de cortar. Evidentemente si podemos cortar por lo sano nada de lo expuesto en este artículo tiene sentido.

Los procedimientos que se exponen son puramente físicos, pero el uso de un fungicida curativo adecuado a la clase de podredumbre que nos afecta es muy recomendable y complementario al presente tratamiento.

¿Como funciona este tipo de podredumbre?

Lesión inicial, causada por golpe o cualquier otra clase de daño.

La lesión se complica con una infección por hongos. Se inicia la podredumbre.

La podredumbre se extiende de forma irregular formando filamentos.

En este momento tenemos una podredumbre como la de la fotografía inicial, se extenderá e irá creciendo hasta matar a la planta.

¿Qué podemos hacer?

La solución es sencilla, ayudar a las defensas de la planta a defenderse. Para eso tenemos que entender como funciona la podredumbre.

Por cualquier lesión se genera una pequeña masa de tejido destruido. Ese tejido se pudre y genera toxinas que matan a las células que lo rodean.  Ese ciclo se repite de forma que poco a poco la zona podrida ocupa toda la planta.

Para frenarlo lo mejor es cortar la zona podrida, pero eso no suele ser posible en los cactus globulares.

En lugar de ello arrancaremos con unas pinzas toda la parte podrida que podamos, dejando el hueco lo más limpio posible. De esa forma reduciremos la producción de toxinas y por lo tanto la agresión a nuevos tejidos.

Podredumbre focal tras primer arrancamiento.

Como veréis es imposible arrancar toda la podredumbre, siempre quedan restos. Pero estos restos tienen una capacidad limitada de seguir penetrando en el cactus, de forma que la propia planta genera una costra defensiva al mismo tiempo que los restos de tejido muerto se habrán secado en gran medida.  Podemos ayudar a este proceso con una cierta ventilación, sin pasarnos para no deshidratar toda la planta, o con un espolvoreo de un fungicida como por ejemplo Tiram o algún derivado de cobre, aunque esto no es imprescindible mejora algo la tasa de éxito.

Al cabo de 24-48h procederemos a eliminar la capa de podredumbre, esto resulta fácil utilizando pinzas por que la propia planta ya la habrá rechazado.

Primer desbridado de la podredumbre.

Aspecto de la podredumbre tras el arrancado de la capa podrida.

Si observamos al microscopio veremos que la parte que ha quedado del cactus está compuesta por células vivas y enteras, a diferencia de lo que sucede con un corte, donde existen numerosas células cortadas.

Es vital que en este proceso evitemos dañar este tejido sano, para evitar crear puntos de origen de nuevas podredumbres.

Casi siempre quedarán algunos focos de podredumbres persistentes, como se aprecian en marrón en la fotografía de la derecha. Estas pequeñas podredumbres se eliminan repitiendo el proceso anterior las veces que haga falta hasta que solo queda tejido limpio.

El resultado final es la eliminación total de la podredumbre con una pérdida de tejido sano muy limitada.

Si seguimos los pasos con la paciencia y cuidado necesarios tendremos una tasa de éxito superior al 80%.

En algunos casos la planta se debilita y la podredumbre se hace sistémica, el riesgo de que esto ocurra se puede reducir utilizando un fungicida de amplio espectro como por ejemplo el fosetil.

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