Sus ataques no son frecuentes ni difíciles de evitar, pero pueden ser devastadores. La prevención es sin duda la única medida aconsejable.
Se trata de animales relativamente grandes capaces de causar severos daños e incluso la destrucción de la planta en pocos minutos. En esta categoría englobamos desde los aparentemente inofensivos caracoles o saltamontes hasta por ejemplo una cabra.
Lo único que podemos hacer es impedirles el paso a nuestras plantas en el caso de los animales de mayor tamaño, cerrar nuestros semilleros con mallas que impidan el acceso a los pájaros o eliminar manualmente a los otros tipos de animales más pequeños.
En algunos casos se pueden usar productos específicos, por ejemplo para las ratas o los caracoles, o insecticidas genéricos para saltamontes y otros insectos.
Las mallas o mosquiteras en las ventanas del invernadero son otra opción interesante para casi todos los animales, incluidos los pájaros. Y sin dañarlos.